Hoy en día es algo muy frecuente tener en nuestro entorno cercano a personas que nos comenten que han comenzado a hacer dieta, o hasta quizás hayas sido tú mismo el que en algún momento ha decidido cambiar la manera en la que comes con el objetivo de perder algunos kilos o también para mantener tu peso. Incluso, quizás nunca hayas estado a dieta, pero si muy pendiente de tu alimentación…
Esto en principio no tendría que suponer ningún problema, pero… ¿qué sucede cuando esta cuestión se vuelve tu centro de atención? ¿qué pasa cuando pones el foco en analizar minuciosamente todo lo que comes y, a menudo, tu estado anímico depende de si has logrado o no vencer una “tentación” de comer algo que crees que no deberías?
Cada vez más nos encontramos con personas que vienen con esta queja y que consideran que la hora de comer se ha convertido en una tortura del día a día.
Por eso te damos algunas recomendaciones que te darán tranquilidad a la hora de comer.
- Transforma el concepto “dieta” en la adopción de hábitos saludables descentralizados de la alimentación: es decir, no apostar todas las fichas a la pérdida de peso, sino a poner en marcha una serie de medidas relacionadas con el autocuidado general desde una posición más permisiva y compasiva.
- Evita aislarte como forma de control de ponerte en riesgo de tentaciones que consideras que no mereces. Permítete volver a disfrutar de los encuentros sociales con tu gente.
- Deja a un lado objetivos estrictos que impliquen sacrificio y restricción extrema: ponte pequeñas metas y si no sabes cómo, para ello hay profesionales que pueden ayudarte y orientarte para hacerlo de una manera más llevadera y sana.
- Cuida tu lenguaje hacia la comida deshaciéndote de categorizaciones o asociaciones morales.
- Realiza pequeñas acciones diarias que desafíen esas creencias y conductas que forman parte de la mentalidad dieta.
- Practica la alimentación consciente: que permita la “reconciliación” con la comida pudiendo volver a experimentar el disfrute y el placer de comer aquello que te gusta.
- Pide ayuda profesional si crees que esto afecta tu autoestima y tu vida, sin pensar que es algo que debes resolver en soledad o que no tiene importancia. Todo aquello que te limita y te hace sufrir merece la pena trabajarlo y darle un lugar.
Fuente: https://acortar.link/QQwjJo